El camino directo

CUANDO FIJAS LA ATENCIÓN en la respiración, debes tratar de cortar con todas las preocupaciones externas. Si no, si te dejas distraer, no serás capaz de observar las sutilezas de la respiración y la mente.

La energía de la respiración en el cuerpo se puede dividir en tres partes: una en el corazón y los pulmones, otra en el estómago e intestinos, y una tercera en los vasos sanguíneos y a través del cuerpo. Estas tres respiraciones están siempre en movimiento; pero hay otra respiración —una respiración quieta, ligera y vacía— centrada en el diafragma, entre el corazón y los pulmones por un lado y el estómago y los intestinos por el otro. Esta respiración está inmóvil, a diferencia de la respiración destilada en el corazón y en los pulmones. No ejerce presión alguna en ninguna parte del cuerpo.

Por lo que respecta a la respiración en movimiento, cuando hace contacto con los vasos sanguíneos se siente cálida o caliente, y a veces te causa excreciones en la nariz. Si la respiración predomina sobre la propiedad del fuego, causa que la sangre esté fresca. Si la propiedad del fuego predomina sobre la propiedad de la respiración, causa que la sangre esté caliente. Si estas propiedades se combinan en las proporciones adecuadas, dan lugar a una sensación de comodidad y alivio —relajada, espaciosa y quieta— como tener una vista del cielo abierto sin nada que la obstaculice. A veces hay una sensación de alivio —relajada, espaciosa pero en movimiento: esto se llama pīti, o plenitud.

La mejor respiración en la que enfocarse es la vacía y espaciosa. Utilizar la respiración significa utilizar la sensación que sea más predominante, como cuando te sientes muy relajado, muy vacío o muy cómodo. Si hay una sensación de movimiento, no la utilices. Utiliza solamente las sensaciones de vacuidad, relajación o ligereza. Utilizarlas significa expandir su rango de manera que te sientas vacío en cada parte del cuerpo. Esto se llama tener un sentido de cómo utilizar las sensaciones que ya tienes. Pero es necesario al utilizar estas sensaciones que las mantengas siempre presente y las vigiles sin faltar. Si no, cuando empiezas a sentirte vacío o ligero, podrías pensar que tu cuerpo ha desaparecido.

Al dejar que estas sensaciones se expandan, puedes dejar que se extiendan tanto una por una como todas juntas al mismo tiempo. Lo importante es que las mantengas balanceadas y que te enfoques en la totalidad del cuerpo como objeto único de tu conciencia. Esto se llama ekāyana-magga, el camino directo. Si logras dominar esto, es como tener una tela blanca que puedes esconder en el puño o extender hasta dos metros. Tu cuerpo, aunque pueda pesar 50 kilos, lo podrás sentir tan ligero como si apenas pesara un kilo. Esto se llama mahā-satipaṭṭhāna —el gran marco de referencia.

Cuando la sati satura el cuerpo de la misma manera que la llama satura cada hilo del tejido de una lámpara Coleman, los elementos a través del cuerpo trabajan juntos, como un grupo de personas trabajando juntos en una tarea: cada persona ayuda un poco aquí y allá, y en un momento, casi sin esfuerzo, el trabajo ya está hecho. Justo igual que el tejido de una lámpara Coleman, con los hilos completamente empapados de fuego, se vuelve ligero, brillante y blanco, de la misma manera, si empapas la mente de la sati y la vigilancia para que sea consciente de todo el cuerpo, tanto el cuerpo como la mente se volverán boyantes. Cuando pienses utilizando el poder de sati, tu sentido del cuerpo se volverá completamente brillante y ayudará a que se desarrollen cuerpo y mente. Serás capaz de sentarte durante largos periodos de tiempo sin sentirte cansado, de caminar largas distancias sin fatigarte, de pasar periodos de tiempo inusualmente largos con sólo un poco de comida y no sentirte hambriento, o de pasar sin comer ni dormir durante varios días sin perder la energía.

Por lo que respecta al corazón, se volverá puro, abierto y libre de mácula. La mente se volverá resplandeciente, fuerte y perderá el miedo. Saddhā-balaṁ: tu sentido de la convicción correrá como un coche por la carretera. Viriya-balaṁ: tu persistencia acelerará y adelantará. Sati-balaṁ: tu sati y vigilancia serán robustas, capaces de conocer tanto el pasado como el futuro. Por ejemplo, el conocimiento sobre las vidas pasadas y el conocimiento sobre la muerte y renacimiento de otros seres: estos dos tipos de intuición son esencialmente formas de sati. Una vez esté plenamente desarrollada, podrá darte conocimiento acerca de los actos y vidas pasados de la gente. Samādhi-balaṁ: tu concentración se volverá constante y fuerte. Ninguna actividad será capaz de acabar con ella. En otras palabras, no importa lo que estés haciendo —sentado, de pie, hablando, andando, lo que sea— al momento de pensar en practicar la concentración, la mente se te centrará inmediatamente. Cuando quiera que lo desees, simplemente piensas en ello y ya lo tienes. Cuando tu concentración sea así de fuerte, la meditación de la visión-clara liberadora no supondrá ningún problema. Paññā-balaṁ: tu visión será como una espada de doble filo. Tu visión sobre lo exterior será aguda; tu visión sobre lo interior será aguda.

Cuando estas cinco fuerzas aparezcan en el corazón, el corazón estará totalmente maduro. “Saddh’indrīyaṁ viriy’indrīyaṁ sat’indrīyaṁ samādh’indrīyaṁ paññ’indrīyaṁ”: tu convicción, persistencia, sati, concentración y discernimiento estarán maduros y serán preeminentes en sus propias esferas. La naturaleza de los adultos maduros es cooperar. Cuando trabajan juntos en algo, lo terminan. Es lo mismo cuando tienes a estos cinco adultos trabajando juntos para ti: serás capaz de completar cualquier tarea. Tu mente tendrá el poder de demoler cada impureza del corazón, igual que una bomba nuclear puede demoler cualquier cosa en cualquier lugar del mundo.

Cuando tu mente tenga esta clase de poder, la visión-clara liberadora surgirá como una lanza con cuatro bordes afilados o como una sierra mecánica con dientes por todo el filo. El cuerpo es como el soporte de la sierra; la mente es la sierra circular: allí donde gire, puede cortar lo que sea que se le ponga por delante. Ésta es la naturaleza de la visión-clara liberadora.

Estos son algunos de los resultados que provienen de aprender a refinar la respiración y de aprender a expandir la respiración inmóvil para que beneficie cuerpo y mente. Deberíamos aprender estas cosas de todo corazón y ponerlas en práctica hasta donde seamos capaces, para participar de estos beneficios.

14 de septiembre de 1956